El desafío con este proyecto en particular fue desarrollar una versión de corriente más alta del controlador de motor sin escobillas sin sensor ZDBL15 mientras conservaba una huella compacta similar.
Además, se requería que la unidad funcionara excepcionalmente bien a bajas temperaturas y requería una amplia programación personalizada para brindar el arranque difícil requerido para la aplicación en particular.
Uno de los desafíos más importantes con esta aplicación en particular fue el espacio reducido en el que se requería que encajara el controlador. Esto se diseñó inicialmente para funcionar con el controlador de motor sin escobillas sin sensor ZDBL15, por lo que agregar un manejo de corriente adicional en el mismo espacio básico fue especialmente desafiante.
Esto significó diseñar la placa de tal manera que permitiera que encajara perfectamente alrededor de los obstáculos clave pero que aún así realizara el trabajo más importante de brindar un control del motor de alto rendimiento.
Un desafío importante en el desarrollo de esta aplicación fue desarrollar un controlador que pudiera superar la fricción estática inicial de la aplicación. Esto es algo relativamente sencillo en aplicaciones de circuito cerrado, pero especialmente difícil en motores sin escobillas sin sensores.
Para abordar esto, el controlador fue diseñado con componentes excepcionalmente robustos. Luego, la programación se ajustó en gran medida para garantizar una transición suave en el arranque, a pesar de la alta inercia.
Un requisito fundamental del cliente con este controlador en particular era que pudiera funcionar en entornos de hasta -40 °C. Por lo tanto, se tuvo cuidado para garantizar que todos los componentes utilizados pudieran cumplir con esta especificación y que aún funcionaran de manera óptima cuando se les solicitara.
Quizás el mayor desafío relacionado con esta baja temperatura fue el impacto que podría tener en los arranques difíciles. A medida que la lubricación de los motores comienza a congelarse, esto impone aún más carga al controlador durante la fase de arranque. Sin embargo, con una cuidadosa optimización pudimos ofrecer el rendimiento requerido.
Quizás la lección más importante de este proyecto en particular fue cuánto se puede hacer con los motores sin sensores. Estaríamos mintiendo si dijéramos que la fase de inicio de la operación no fue algo que nos causó un dolor de cabeza durante el desarrollo, especialmente a temperaturas más bajas, pero el rendimiento resultante demostró que se puede hacer.
La sensación de satisfacción de diseñar un controlador con especificaciones tan estrictas es especialmente gratificante y ver que el producto final pasó todas sus extensas pruebas fue algo que nos agradó especialmente.